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VENUS IMPERIAL

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En mi larga vida de cinéfilo han existido nombres clave, a los que venero por encima de todo, a los que recurro cuando quiero inyectar cine en mis venas, son muchos: hombres. mujeres, Films imborrables, pero ante todo y por muchas circunstancias están: Marilyn Monroe, Vivien Leigh, Gina Lollobrigida, Marlon Brando, Elizabeth Taylor y Laurence Olivier, estos seis nombres componen mi crepúsculo de dioses...!!Que nadie me los toque!!.. son cine cien por cien, y cualquier cosa por pequeña o grande que sea, hacen que este critico de cine, siento el orgasmo mas prolongado de su vida, placer es verles, placer es contemplarlos en la pantalla es el espectáculo mas grande jamás creado, así resumo yo el Séptimo Arte, y así será hasta que me una a ellos en ese lugar a donde un día todos iremos irremediablemente. En esta ocasión voy a escribir sobre una película a la que me une un especial cariño: VENUS IMPERIAL, un alarde de buen gusto, de gran espectáculo, de pura y dura historia, aunque el director pasó por alto, debido a la época., los amores de Paulina Bonaparte con su hermano Napoleón, ambos estuvieron fuertemente unidos y no solo de forma fraternal, sino sexualmente también, quizá Paulina puso mas de si misma en el incesto que su hermano, pero Napoleón comió de cerca la dulce piel de una de las mujeres mas importantes de la historia de Francia.

Voy a dividir mi articulo en varias partes, estoy en la seguridad de que así se podrá entender mucho mejor las acciones de una extraordinaria Gina Lollogrigida en el esplendor de su belleza. Gina fue la elegida para el papel, después de probar a varias actrices, pero la influencia del director pesaba mucho y la tenia muy reciente en su colosal recreación de NUESTRA SEÑORA DE PARIS. Siento una especial debilidad por la actriz, y sus obras escultóricas, sobre todo su Venus Imperial, que basándose en la excepcional película que interpretó, encarnando a la hermana de Napoleón Bonaparte, y que con sus propias manos, posee ésta en especial un realismo increíble, dándole la majestuosidad y belleza similar a la que derrocha en VENUS IMPERIAL, película que me tocan de cerca, al tratar un tema relacionado con mi personaje favorito e importante en la historia de Francia como fué Napoleón, y de una mujer que supo aprovechar la influencia de su hermano para elegir a sus amantes por el color de sus ojos, la piel, o el tamaño del pene. Paulina Bonaparte, según muchos historiadores y escritores, estaba ciegamente enamorada de su hermano y como ya he dicho fué una lástima que no le dejaran a Jean Delannoy profundizar en semejante relación cuando dirigió el film.
 

 

 

PAULINA BONAPARTE

 

Paulina Bonaparte era la hermana preferida del que llegaría a convertirse en emperador de Francia. Nació en Ajaccio, Córcega, y fue la sexta hija de los Bonaparte, a la que siguieron siete hermanos más. A los quince años, Paulina se enamoró de un hombre que tenía cuarenta años, no era del gusto de la madre de Paulina, Leticia, por lo que fue descartado como futuro yerno. En represalia por la negativa de su madre, Paulina comenzó a flirtear y a mantener relaciones sexuales con la mayoría de los componentes del gobierno de su hermano Napoleón. Quizá no deba ser entendido como una venganza, sino más bien como un simple juego; Paulina era una joven de una belleza exquisita, los hombres la deseaban nada más verla, y ella supo utilizar ese inmenso atractivo para llevarse a la cama a aquellos que más le gustaban. Su capacidad de seducción era de tal calibre que los hombres se rendían a sus pies, y complacían cualquier capricho de la joven, por aventurado o excéntrico que éste fuera. El 14 de junio de 1794, después de múltiples y variopintos líos de cama, Paulina, asesorada por su hermano, contrajo matrimonio con el general del emperador, Charles-Victor-Emmanuel Leclerc. Paulina navegó hasta esta isla en 1801 para reunirse con su marido, destacado allí para expulsar al rebelde Toussaint Louverture. Del matrimonio con Leclerc, en 1802, nacería su único hijo, Dernida Luis Napoleón, quien moriría dos años más tarde. A pesar de la promiscuidad de Paulina con los nativos o bien con los soldados de su marido, habitualmente de bajo rango, cuando Leclerc enfermó de fiebre amarilla, ella lo cuidó y estuvo a su lado hasta que murió, tiempo después, en noviembre de 1802. Una vez de regreso en París, tardó poco más de ocho meses en contraer nuevas nupcias. Esta vez ya no se trataba del hijo de un molinero rico, venido a más en la jerarquía militar gracias al emperador de Francia, sino del hombre más rico de Italia; su nombre: el príncipe Camilo Borghese. En esa ocasión, Napoleón le escribió:

-"Ama a tu marido, haz que tu hogar sea feliz y, sobre todo, no seas frívola o caprichosa. Tienes veinticuatro años y deberías comportarte de forma madura y sensata ".

Esta carta fue algo así como una premonición de lo que ocurriría después. Paulina no sólo siguió manteniendo relaciones sexuales variadas fuera del lecho conyugal, sino que terminó abandonando a su marido porque no le daba lo que ella quería. El príncipe tenía un miembro diminuto que no saciaba en absoluto las necesidades amatorias y carnales de su bella mujer, por lo que poco tiempo después decidió volver a la capital francesa, donde la esperaba el potente hombre, o habría que decir «miembro», que le causó la muerte. El príncipe poseía todas las características que una mujer como Paulina podía desear, era un joven moreno, elegante y guapo, sus propiedades, palacios y fincas eran incontables, sin embargo, no disponía de lo más preciado para ella, de modo que, desde el primer día, sus relaciones sexuales fueron una verdadera calamidad. Ante los hechos irreparables, Paulina escribió a su tío:

"- Preferiría haber seguido siendo la viuda de Leclerc, con unos ingresos de tan sólo 20.000 francos, que estar casada con un eunuco".

Poco después se separó del príncipe eunuco y se trasladó a París en busca de aventuras. En 1806, tras múltiples catas, dio con la horma de su zapato. El elegido era un pintor de sociedad llamado Louis Philipp Auguste Forbin. Forbin era un hombre alto y bien formado de treinta años que contaba con un estupendo pene. Pronto se convirtió en el chambelán real de «la Venus». Debido a las diarias fornicaciones que llevaba a cabo, la salud de Paulina comenzó a resentirse. Fueron los médicos y la intervención de su madre quienes decidieron por ella: lo mejor que podía hacer Forbin era alistarse en el ejército francés y utilizar su potencia para otros menesteres. Y así fue cómo Paulina se quedó sin su juguete sexual. Sin embargo, ella no podía renunciar a aquello que mayor placer le proporcionaba, por lo que, a pesar de las recomendaciones hechas por sus doctores, Paulina siguió con el mismo frenético ritmo sexual en el transcurso de los quince años posteriores. En Niza conoció a un músico llamado Blangini. Más tarde, en 1810, le tocó el turno al jefe del estado mayor de Napoleón, a continuación el objeto de su devoción sexual, que no afectiva, fue un actor. Se llamaba Frainçois Talma.

Paulina falleció de cáncer de útero en 1825, a los cuarenta y cuatro años, en Villa Borghese. Murió ataviada con sus mejores galas y pidió ser enterrada en el panteón familiar de los Borghese.


Todo esto esta sutilmente reflejado en la película, obviando algunos pasajes, Gina demuestra ser la única actriz para desempeñar el papel, lo hace con un refinamiento propio de dioses, y como tal la vemos todos los que la admiramos desde nuestra mas tierna edad. No hay una actriz que le sienten también para sus hermosos pechos, que esas puntillas que los rodean, haciendo mas florecientes y apetecibles, sobre todo en películas como DESNUDA FRENTE AL MUNDO y LA MUJER DE PAJA.

 

 


JEAN DELANNOY

 

Jean Delannoy fue uno de los directores peor tratados en los artículos que publicaba la revista Cahiers du Cinema como representante del “cine de qualité” que se instaló en Francia antes de la llegada de los directores jóvenes de la nueva ola, la llamada Nouvelle Vague, tales como Truffaut o Godard. Es Truffaut quien publica un artículo en la mencionada revista llamado "Una cierta tendencia del cine francés", donde reprocha a Delannoy entre otros directores, el ceñirse estrictamente al guión y carecer de personalidad con sus puestas en escena. Antes de que la nueva generación de directores lo pusieran en el punto de mira, Delannoy había declarado al periódico The Times en 1951:

- " La única manera de hacer una buena película es eligiendo un buen tema... te obliga a ir más allá de tí mismo "-.

Después de ser varias veces atacado por la crítica de su país, Delannoy dijo en un artículo en el New York Times:

- " La industria fílmica está muriendo de infantilismo, por sus métodos, la censura cree que ha protegido el alma de los jóvenes, mientras que en realidad ha ejercido violencia sobre ella y todo lo ha embotado "-.

Su última película de gran éxito fue La princesa de Clèves, adaptación de la novela "Madame de La Fayette", un proyecto no realizado del director Robert Bresson. que abandonó el proyectó al negarse Brigitte Bardot a interpretar a la princesa. Durante los años sesenta su carrera decayó, hasta que en 1972 abandonó el cine, provisionalmente. No obstante, en 1988, rodó Bernardette.

Toda su obra fue reivindicada en los años ochenta y se alzó con el reconocimiento mundial como sucede con muchos Films a lo largo de la historia y La Academia de Cine francesa le concedió el César honorario a su carrera..

 

 

GINA LOLLOBRIGIDA
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Contemplar la hermosa figura de Gina envuelta en el personaje de Paulina Bonaparte es todo un deleite visual sin precedentes, esa mirada, mezcla de cortesana, hermana enamorada de Napoleón, su desplante ante el resto de mujeres, incluidas sus hermanas, y hacernos ver que todo es lo mas normal del mundo, solo la actriz italiana era la idónea para hacer suyo tan complicado papel. Gina es enorme, su capacidad interprettiva con solo SALOMÓN Y SABA, NOTRE DAME DE PARIS, LA MUJER DE PAJA Y DESNUDA FRENTE AL MUNDO, personajes totalmente opuestos uno del otro, me hacen catalogarla en un mito, una leyenda de las que dejan huella y como su admirador, me inclino y desde mi humilde CINEPARAISO, le rindo mi mas personal homenaje. Su filmografía da prueba de que mis palabras nunca se las llevará el viendo.....Su gran éxito se produce cuando el director francés Christian Jacque le llama para participar en Fan Fan el invencible, una película de aventuras en el más puro sentido de la palabra, que obtiene grandes criticas a su favor. Junto a ella, en el principal papel masculino, se encontraba Gerard Philippe, un galán por excelencia del cine europeo de aquellos años. Él tenia 29 años cuando se estrenó la película, y ella contaba con 23. Compusieron una pareja ideal en la imaginación de un público que deseaba olvidar los desastres de una guerra que aún no había cicatrizado heridas. Ese mismo año había sido llamada a Hollywood por el excéntrico e inteligente Howard Hughes, que le ofrece un contrato por diez años. Sin embargo, y tras varios meses de espera, Gina decide volver a Europa. Su consagración se produjo cuando rodó Pan, amor y fantasía, de Luigi Comencini. Era ésta una comedia que dejaría una secuela, Pan, amor y celos.... Lollobrigida era Pizzicarella. Su imagen de mito erótico se vinculó a esa figura de muchacha campesina, descalza, exuberante, a la que ella aportaba una dotes de actriz que contribuían a hacer más divertido su papel, que gozó de gran popularidad. Luigi Zampa, adaptó La Romana, novela de Alberto Moravia y desde ese momento su estrella de acomodó para siempre en el Crepúsculo de los Dioses. Los posteriores fueron los grandes trabajos que comento anteriormente. Rodó títulos internacionales muy importantes; La mujer más guapa del mundo, Trapecio  y Notre Dame de París, de Jean Delannoy, con nada mas y nada menos que Anthony Quinn en el papel de Quasimodo. Cuando el contrato que la ligaba a Hughes venció, la actriz italiana pudo pensar en volver a intentar la aventura americana. Ante ello había que ser realista: era una actriz excelente y muy popular, que en cierto tipo de papeles podía ser mas que convincente, pero su mejor arma estribaba en el físico y la sensualidad de su belleza. Por esa razón los estadounidenses pensaban mucho en ella. Fue Salomón y la reina de Saba, de King Vidor, articulo de mi website que recomiendo leer nuevamente, donde brilló de una manera mágica. De nuevo en su país, hizo La ley y Desnuda frente al mundo, este mas que adecuado a sus posibilidades. Tenía ya 32 años y su belleza iba ganando en sabiduría lo que podía perder en agresividad.

 Todos sabemos los importantes títulos que bordan su filmografía, maravillosas comedias, excelentes interpretaciones y siempre acompañada por los nombres mas importante del cine.

Gina estudió el personaje, lo hizo suyo y según la actriz, había muchas veces en que se sentía Paulina al 100 por 100, si observamos a Gina hay secuencias que parecen salir de la propia historia.....

 

 

PAULINA BONAPARTE

 

 Paulina fue una mujer de gran belleza. Varios retratos suyos, así lo atestiguan. Además, era muy poco afecta a mantener las convenciones sociales, hasta el punto que hoy sería un personaje extremadamente escandaloso de la farándula internacional. Era aún menor de edad cuando su hermano, cansado de los constantes escándalos amorosos en que la joven se veía envuelta, decidió casarla con el General Charles-Víctor-Emmanuel Leclerc, él tenía 25 años y ella 17. De este matrimonio nació un único hijo, Dernida Luis Napoleón Leclerc, quien falleció a los dos años de edad. Acompañó a su esposo a Santo Domingo, donde este había sido enviado para expulsar al rebelde François Dominique Toussaint-Louverture. Se cuenta que la joven engañó constantemente a su marido, inclusive con soldados y oficiales bajo su mando. En 1802 la fiebre amarilla la dejó viuda. Paolina, de 22 años, regresó a Paris con el corazón de su marido en una urna de oro que decía: "Paulette Bonaparte, casada con el general Leclerc, ha encerrado en esta urna su amor junto al corazón de su esposo…". Llevaba también cuatro esclavas y el robusto sirviente negro Rode, quien cada mañana la transportaba en brazos a su bañera para sus abluciones con leche de cabra. Además, se comentaba que usaba a sus damas de compañía como escabeles para sus delicados pies. Al poco tiempo de regresar a Europa, Paolina se casó nuevamente, esta vez con el italiano Camillo Borghese. Dicen que su nuevo marido era más bien regordete, pero de cuna noble y extremadamente rico.

 
A mediados del siglo XX, el paso de Paulina por Santo Domingo fue novelado por el escritor cubano Alejo Carpentier, en "El reino de este mundo", donde Paulina es el único personaje principal femenino. Años después su vida volvió a ser retratada en la película Venere Imperiale, dirigida por Delannoy  y con la actuación inolvidable de Gina Lollobrigida, en el papel protagonista. También aparece en algunas secuencias de Desireé, empezando por la que en 1954 dirigió Henry Koster y protagonizada por el gran Marlon Brando. En esa película, el papel de Paulina lo interpreto Charlotte Austin. Nada que ver con la realización de Delannoy.

En un cuatro vemos a Paulina en un óleo de Robert Lefèvre, retrato oficial de la Princesa Borghese que se encuentra en el castillo de Versalles. Luce una serie de piezas de joyería encargadas por su marido al orfebre parisino Marie-Étienne Nitot  y a su hijo François-Regnault, realizadas en base a 24 camafeos antiguos en sardónice de su colección personal. Entre ellas se destaca la famosa "diadema del silencio de los siete camafeos", que se aprecia muy bien en este otro retrato de 1809, también de Lefèbre), y la tiara-cinta que, combinada con un ancho broche, hace las veces de un cinturón destinado a subrayar el busto:


-" Una mujer a la moda que quiere rivalizar con la princesa Borguese está obligada a portar camafeos en la cintura, camafeos en su collar, un camafeo en cada uno de sus brazaletes, un camafeo en su diadema… Las piedras antiguas y en su defecto, las conchas grabadas, están más en boga que nunca y las elegantes así como los hombres de la clase opulenta los ostentan con profusión… -".


Pero la fama imperecedera de Paulina no se debe tanto a sus joyas, la ubicación de su tumba, sus excesos amorosos, o su poderoso hermano o como haber posado para una de las más célebres esculturas de uno de los más célebres artistas de su época. En 1805, apenas arribada a Roma con su nuevo esposo, la joven Paulina, de sólo 25 años, posó ante Antonio Canova (1757 - 1822) para su famosa escultura de la Venux Victrix. En este homenaje al canon griego, Venus/Paolina aparece recostada en un diván sosteniendo una manzana en su mano izquierda en evocación de su victoria en el Juicio de Paris. La base de madera en forma de catafalco tenía un mecanismo que hacía rotar la escultura, para que pudiera ser observada desde todos los ángulos. Actualmente, la Venus Victrix puede ser apreciada en la Gallería Borghese...Pero es curioso, la escultura tiene un enorme parecido con la actriz italiana para deleite de los que admiramos a Gina, sencillamente esplendida.
 

Lo que no he dicho aún, es que en la escultura Paulina aparece desnuda. Debe tenerse en cuenta que en esa época (como en casi todas las épocas) el desnudo no era precisamente una forma usual de representar a un personaje público, sobre todo si pertenecía a las clases más acomodadas. De hecho, la obra produjo un gran escándalo. Se dice que cuando alguien le pregunto a Paulina cómo se había atrevido a posar con tan poca ropa encima, ella replicó que se puso una estufa en el estudio para que no pasara frío. Esta desinhibida respuesta fue la comidilla de la sociedad romana por bastante tiempo. Pero todo esto hubiese empalidecido de haberse revelado el secreto que, paradójicamente, la escultura escondía a la vista de todos, y que hubiese afectado más la reputación de Canova que la de la misma Paolina. Tal como veremos en la próxima entrada, para que la escultura de Canova fuese una representación absolutamente fidedigna de su gran belleza, la modelo había ido mucho más lejos que simplemente posar desnuda.

Frente al colosal telón de fondo de la Revolución Francesa, del Consulado, del Imperio, de los Cien Días y de Santa Elena, Edgar Maas desarrolla en forma maestra la intensa sucesión de amores, rivalidades y triunfos de Paulina Bonaparte, hermana de Napoleón, la mujer más bella de París, que tanto dio que hablar en su época. Nadie puede discutir que uno de los más grandes estrategas y estadistas que ha dado la historia ha sido Napoleón Bonaparte. Un gran número de aciertos y decisiones lo llevaron a ser, durante poco más de una década, el personaje más destacado e influyente de la época. Mucho es lo que se ha escrito sobre su vida personal y los continuos conflictos que tuvo con varios miembros de su familia, sobre todo, con su esposa Josefina, quien se ganó una merecida fama de descocada, gracias a sus continuos devaneos amorosos. Pero fue otra persona de su ámbito más cercano la que logró mantenerlo en vilo y producirle más dolores de cabeza y noches de insomnio, ya que su hermana Paulina, once años menor que él, se convirtió en la oveja negra de la familia. Sin embargo, de todos sus hermanos (de los 13 que formaban la familia Bonaparte) Paulina fue la única que ayudó a Napoleón al final de su vida.

La joven comenzó a dar a su familia los primeros quebraderos de cabeza cuando era una adolescente de 16 años, en el momento en el que la carrera de grandes éxitos militares de Napoleón comenzaba a despegar. Fue entonces cuando Pauline se enamoró perdidamente de Louis-Marie Stanislas Fréron, destacado miembro de la Asamblea de la Revolución Francesa, 25 años mayor que ella y con una terrible fama de mujeriego, juerguista y trasnochador. En uno de sus libros, relataba Terenci Moix de forma muy divertida de cómo las hermanas Bonaparte pusieron el grito en el cielo cuando se les planteó la posibilidad de llevar la cola del manto de Josefina durante la ceremonia de coronación del emperador Napoleón.

- ¿Dónde se ha visto que unas princesas imperiales tengan que aguantar la cola de una advenediza? - gritó Carolina (Bonaparte)-

Después de unos minutos tensos, el primer ministro Talleyrand intervenía de forma diplomática sugiriendo que quizás aquél lamentable equívoco se debía a una cuestión de vocabulario y que si en lugar de decir "llevar la cola", el protocolo pudiese decir "sostener el manto", sería muy probable que las princesas lo encontrasen más razonable. De esta forma se zanjó aquella situación esperpéntica en el ensayo general de Fontainebleau.

 

 

 



Los Bonaparte decidieron enviar a Paulina durante un tiempo lejos de suelo francés, por lo que se instaló a vivir junto a Napoleón y su cuñada Josefina en Milán, donde el general estaba realizando una exitosa campaña.

El espíritu rebelde y fogoso de Paulina la llevó a coquetear con un gran número de miembros del ejército que comandaba su hermano. Era una joven muy atractiva y la privilegiada posición en la que se encontraba hacía que muchos pretendientes que se le acercaran para cortejarla.

Pero Paulina tenía cierta fijación por el tipo de hombre que menos le convenía, algo que a menudo hacía que se la viese en compañía de simples soldados rasos u hombres de dudosa reputación.

Para poner remedio, Napoleón organizó una boda exprés con Charles-Victoire Leclerc, uno de sus más preciados generales y hombre de total confianza. El propósito de ese enlace sería proporcionarle estabilidad emocional y personal a Paulina, a la vez que le daba tranquilidad a la familia.

Lejos de ser un buen remedio, seguía asistiendo a todos los actos a los que la invitaban y continuaba con sus devaneos sexuales con otros hombres, mientras su esposo se encontraba en el frente tomando parte en las campañas militares. Al marido poco le importaban las infidelidades de su joven y atractiva esposa, ya que a cambio había llegado a ser el cuñado del gran y todopoderoso Primer Cónsul de la República francesa.

Una insurrección en la colonia francesa de Haití hizo que se pensara en Leclerc como el idóneo para solucionar el conflicto, siendo enviado junto a Pauline. La vida en la isla no era aburrida, ya que un gran número de colonos españoles y británicos se ocupaban de organizar grandes fiestas, en las que el champagne francés se servía a raudales.

Nuevamente muchos de los soldados enviados a Haití se convirtieron en el objetivo sexual de Pauline. Según iban pasando los años ella tenía un apetito sexual más feroz, por eso muchos expertos señalan que padecía de ninfomanía.

En 1802 una terrible epidemia de fiebre amarilla sacudió la isla, coincidiendo con el embarazo de la joven, que ya contaba con 22 años. Su esposo contrajo la enfermedad, falleció pocas semanas después y ella volvió a Francia viuda y con un bebé recién nacido entre los brazos.

Instalada en París y con su hermano como Emperador, la joven viuda se olvidó por completo de su condición y retomó su actividad social y sexual, seduciendo a cuanto hombre le apetecía, hasta que se encaprichó con Camillo Filippo Borghese, un príncipe italiano y procedente de una de las familias más ricas e influyentes del vecino país. No había transcurrido ni un año desde que enviudó cuando contrajo matrimonio. Muchos opinan que Pauline se casó para beneficiarse de la gran fortuna de su nuevo esposo y para calmar el enfado de su hermano y que Camilo lo hizo para disimular o acallar los persistentes rumores que decían que era homosexual. Durante los siguientes años y a pesar de que era un secreto a voces, Pauline continuó llevando aquel estilo de vida que tanto le gustaba y sólo dejó de disfrutarlo tras la caída del poder de su hermano, vendiendo todos sus bienes e instalándose junto a él durante el exilio de la isla de Elba.

Todavía era joven cuando empezó a enfermar (algunas fuentes apuntan que por culpa de una enfermedad venérea, otros sin embargo señalan que a causa de un cáncer), por lo que su salud poco a poco se fue debilitando hasta fallecer a la edad de 44 años y dejando tras de sí una vida llena de escándalos e innumerables amantes.

Gina aportó al personaje elegancia, una exquisita belleza y un porte imperial, muy difícil de igualar, para muestra las siguientes imágenes:

 

 

 

Este es mi homenaje a un film mítico, importante e histórico, que nos lleva a la corte del hombre que mas hizo por Francia, y a una actriz que supo darle tanta credibilidad a su difícil personaje, que lo ha grabado con letras de oro en su filmografía. Gina Lollobrigida es admirada antes, durante y después de los océanos del tiempo, su luminosidad es tan extraordinaria como puede serlo la de Marilyn Monroe, auque en direcciones opuestas. Ella siempre ha tenido un amor especial por: Su reina de Saba, la Esmeralda de Nuestra Señora de Paris, y por la mujer que mas destacó en la corte Napoleónica...

Su nombre es el de Gina-Paulina-Lollobrigida-Bonaparte.....

 

Toda una película de culto, lo que sigue ya es referente en el Séptimo Arte y una parte de la historia de Francia que no podremos olvidar.