ESPERO VUESTRA

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S A L O M É

 

 

 

 

 

 

Dentro del subgénero bíblico encontramos películas para todos los gustos, pero quizá "Salomé" es una de las más curiosas. Rita Hayworth, divorciada, regresaba al cine como productora  y buscaba desesperadamente un éxito comercial. Para ello no duda en contactar con el productor de la premiada el año anterior en los Oscar "De aquí a la eternidad", Buddy Adler y juntos coproducir una película de temática bíblica tan de moda entonces con éxitos recientes como "Sansón y Dalila", "Quo Vadis" o "La túnica sagrada". Lo que sucede es que en vez de ser una historia donde los personajes cobran vida, en esta ocasión la narración estaba al servicio de Rita Hayworth, que particularmente a mi me parece totalmente lógico....

 

Rita era, es y será un enorme peso en la historia del cine.

 

 

No se pusieron reparos a los gastos. Se trajo al actor Stewart Granger, que venía de tres éxitos consecutivos "Las minas del rey Salomón", "Scaramouche" y "El prisionero de Zenda" y se contrató a Charles Laughton para dar calidad a la cinta. Incluso la malvada ama de llaves de "Rebeca" o "Laura" Judith Anderson participó en la película -¿Por cierto alguien se puede creer que esa mujer pueda tener de hija a Rita Hayworth?-. Para escribir la historia vino entre otros, el guionista de "Sansón y Dalila“. Pero incluso para el número de baile de la Hayworth se trajo a la mejor coreógrafa del momento como Valerie Bettis, además algunos de los mejores compositores como George Duning ..."De aquí a la eternidad" y el mítico Daniele Amfitheatrof  habitual en westerns de gran renombre. Incluso un fotógrafo como Charles Lang que venía de "Los sobornados" de Fritz Lang. El director, William Dieterle, fue recomendado por Laughton, con el que había coincidido en  "El jorobado de Notre Damme"... Dieterle, un correcto director,  parece poner muchas ganas ante este proyecto en un subgénero que desconoce, pero lo filma con pulso y destreza, Pero el gran hándicap es la propia historia en sí. La película pretende hacer responsable únicamente a la madre de la decapitación de Juan el Bautista, lo cuál no es demostrable históricamente.

 

 

"Salome" es una de esas películas bíblicas que cuenta con un gran reparto: Rita Hayworth, Stewart Granger y Charles Laughton, tres mitos del cine y la capacidad para dar vida a grandes personajes de la historia, respectivamente. La elección de los actores me parece acertada, ya que "Salome" combina estos tres elementos. Rita está arrebatadora en su papel, Stewart da ese toque propia de las cintas de "romanos", y Charles borda su Herodes. La película es puro cine y sólo puede quedarse en eso, porque la narración va hacia el terreno que los guionistas quieren para contentar a los productores. Nos presentan a una Salome víctima de los romanos, despreciada por Tiberio, y que, además, se replantea hacer aquello a lo que se negaba...bailar ante Herodes... por una cuestión de bondad y salvar a Juan el Bautista. Es difícil de creer que la única pérfida sea Herodias, lo cual desvirtúa un poco la crónica bíblica. Es un film dramáticao estadounidense de 1953 dirigida por William Dieterle y producida por Buddy Adler a partir de un guión de Harry Kleiner y Jesse Lasky Jr. La partitura de George Duning , la música del baile es de Daniele Amfitheatrof y la cinematografía de Charles Lang . Los trajes de Rita Hayworth fueron diseñados por Jean Louis . Esta película fue la última producida por Hayworth, Beckworth Corporation. Probablemente sea cuestionable la fidelidad de la historia narrada en los textos sagrados a los acontecimientos tal y como sucedieron en realidad.. En cualquier caso el cine no parece ser el medio más adecuado para abrir nuevas vías de investigación histórica y por ello, esta Salomé de Dieterle diseñada a mayor gloria y lucimiento personal de Rita Hayworth, es para que consultemos los viejos manuales de religión y rememorar la versión oficial de los acontecimientos.

 

 

Rita Hayworth encarnó el sueño americano de los 50 y el sueño mundial, hipnotizados por su danza de los siete velos, pero por exigencias del guión...¡con la Iglesia hemos topado! que diría Forges... Si querían a una Rita Haywarth buena e inmaculada le hubiesen ofrecido el papel de María Magdalena en versiones oficiales. Pero Salomé tenía muchísimas virtudes, la mayoría oculta tras los velos y claro, hacía perder la cabeza a más de uno…Salvando estas “veleidades” histórico-religiosas, la película resulta puro cine en cuanto a fotografía, color, interpretación de los actores, como es Laughton y también, como no, por la belleza y sensualidad de la diva, pero todos estos aspectos positivos no son suficiente, no se si a Dieterle se le llevó al huerto con este guión,  pero tiene toda la pinta...Hollywood las gasta así. ¿Hay fidelidad a la historia? Seguramente no. ¿Salomé intentó salvar a Juan el Bautista? Según la Biblia era una libertina despiadada que pidió la cabeza del profeta. ¿Eran los palacios judíos del siglo tan fastuosos como se muestran aquí? Algunos dicen que eran unas construcciones de piedra..¿Pero qué importan algunas incongruencias cuando se está frente a un espectáculo audiovisual en el que no se escatimaron gastos para construir decorados imponentes, un vestuario exquisito y un elenco de estrellas que en la época de la producción eran contundentes? Intrigas, lujuria, deseo, incesto, traición y muerte. La mirada libidinosa de Charles Laughton, la sensualidad de la Hayworth en su famosa danza de los siete velos y la elegante presencia de Stewart Granger que parece que se olvidó que ya no estaba en Scaromouche pero igual recita sus parlamentos con convicción, son argumentos suficientes para ver de nuevo Salome.

 

 

Miles de extras fotografiados en maravilloso technicolor, una música de carácter sinfónico de George Duning y la destreza coreográfica de la inolvidable Rita Hayworth, todo ello en un alarde de recursos técnicos. Es cierto que hay mucha incongruencia histórica y el argumento pero, damas y caballeros, ¡esto es Hollywood! Aunque se basa en la historia del Nuevo Testamento , la película no sigue el texto bíblico, pasando críticamente la culpa de la muerte de Juan el Bautista a su madre. En Galilea, durante el gobierno de Tiberio César ( Cedric Hardwicke ), el rey Herodes ( Charles Laughton ) y la reina Herodías ( Judith Anderson ) se sientan en el trono y son condenados por un profeta conocido como Juan el Bautista. A Herodías le molesta la denuncia de Juan de su matrimonio con el rey, el hermano de su exmarido, por lo que Juan la tacha de adúltera. Al rey no le agrada que el Bautista condene su gobierno, pero teme enfrentarse a la misma suerte que su padre, el mayor Herodes , sufrió después de ordenar el asesinato de los primogénitos varones cuando nació Jesús . La profecía dice que si un rey de Judea mata al Mesías, sufrirá una muerte agonizante. El rey cree que Juan el Bautista es el Mesías debido a la creencia errónea de algunos campesinos. Después de que Marcelo, sobrino de César, le pide a su tío que se case con Salomé, recibe un mensaje que le dice que tiene prohibido casarse con un "bárbaro". A Salomé también se le envía un mensaje indicando que ha sido desterrada de Roma por tratar de elevarse por encima de su posición y será escoltada de regreso a Galilea, a pesar de haber vivido en Roma desde la infancia. Cuando Marcelo no hace nada para protestar contra el decreto de César, ella declara que nunca amará a otro romano. En el barco que la escolta a casa, Salomé se encuentra con Claudio, un soldado romano asignado al palacio de Herodes. A él le divierte su comportamiento altivo y frustra su intento de darle órdenes cuando ella exige usar agua potable en lugar de agua de mar para su baño a bordo del barco. Cuando, en cambio, trae agua de mar, ella lo abofetea. Él interrumpe su enojada diatriba robándole un beso largo. La reina Herodías saluda afectuosamente a su hija cuando llega al palacio y se da cuenta de las intenciones lujuriosas del rey, que se maravilla ante la belleza de su hijastra. La reina despide a Salomé y consulta con su consejero, quien acepta que la reina puede usar el deseo del rey por Salomé para su propio beneficio. Mientras tanto, Salomé se cuela en el mercado con varios sirvientes para escuchar hablar a Juan el Bautista. Cuando él llama adúltera a su madre, ella lo repudia, y sin darse cuenta revela su identidad. Luego, Juan el Bautista la salva de la multitud enojada, quien los calma y denuncia la violencia. Salomé regresa al palacio, molesta por lo que ha escuchado. Ella le implora a su madre que se vaya de Galilea con ella por su seguridad, pero Herodías afirma que está atrapada en un matrimonio sin amor y potencialmente mortal con el rey porque desea preservar el trono por el bien de Salomé. Aunque a Salomé no le importa el trono, Herodías insiste en su importancia y exagera su temor de ser apedreada por los seguidores de Juan el Bautista. Sabiendo los sentimientos de Claudio por ella, Salomé lo seduce en un intento de que arreste a Juan el Bautista para evitar la posible muerte de su madre como adúltera, pero él lo rechaza.

 

 

Poco después, el rey decide arrestar a Juan el Bautista, aparentemente por traición, pero en realidad para protegerlo de las acciones de su esposa, que ha intentado asesinarlo. El juicio termina con el rey encarcelando a Juan el Bautista. Salomé se entera de que han arrestado al profeta; ella piensa que Claudio lo hizo por ella y le pide disculpas por su comportamiento la noche anterior. Después de que ella se va, Claudio se apresura al rey para suplicar la liberación de Juan el Bautista, pero no puede persuadirlo. Luego se apresura a ir a Jerusalén a caballo para buscar su liberación. El rey visita a Salomé, quien se despide de Claudio desde el balcón, y le irrita que ella le preste atención. Herodes intenta regalarle un collar y le sugiere que "encuentre placer en el momento". Conociendo las implicaciones de su regalo, ella lo rechaza, recordándole que la reina es su madre. Claudio se encuentra con Poncio Pilato en Jerusalén, quien se niega a liberar al Bautista porque predica contra Roma, y es una traición. Él descarta al Bautista como una amenaza y le dice a Claudio que hay muchos profetas de este tipo en la tierra, mencionando a un hacedor de milagros en Jerusalén. Claudio confiesa que es un seguidor del Bautista y la religión que predica, e intenta persuadir a Pilato para que se una a él como campeón de esta nueva religión. Pilato lo releva de su puesto y le prohíbe a Claudio regresar a Galilea, pero no lo arresta por su amistad. Al salir de la reunión, Claudio se entera de dónde se encuentra el hacedor de milagros y viaja para verlo. Luego regresa al palacio, donde Salomé corre a saludarlo con un abrazo entre lágrimas. Durante su partida, Herodías ha manipulado a Salomé para que piense que la única forma en que puede salvar la vida de su madre es bailando para el rey. Salomé está horrorizada por esta sugerencia, ya que significaría entregar su voluntad y su cuerpo a Herodes y convertirse en su posesión. Ella le ruega a Claudio que la lleve de Galilea, pero él le dice que necesita revelarle algo antes de que puedan irse. Luego lleva a Salomé a la celda de Juan el Bautista, donde descubre que es un converso cristiano. Claudio les cuenta a ambos sobre el hacedor de milagros, a quien Juan reconoce como su pariente, el Mesías. La fe y las palabras de John conmueven a Salomé, quien decide salvarle la vida.

Claudio y Salomé se apresuran a intentar poner en práctica sus planes para salvar a Juan, Claudio choca con los guardias del palacio en un intento por liberarlo de su celda. Contra los deseos de Claudio, quién sabe qué pasará con los que bailan para el rey, Salomé baila una danza salvaje y encantadora en la que se quita capas de ropa, que sabe que complacerán a Herodes. Al final de su baile, le pedirá que libere a Juan el bautista. Herodes, cautivado por su danza, medita despreocupadamente que daría la mitad de su reino por Salomé. Sentada a su lado, Herodías aprovecha rápidamente la oportunidad para pedirle que ordene la muerte de Juan y es decapitado antes de que Salomé termine su baile. Horrorizada, renuncia a su madre Herodías , quien planeó y ordenó la ejecución, y al lado de Claudio, se convierte al cristianismo.

 La última escena muestra a Salomé y Claudio escuchando a Cristo pronunciando el Sermón de la Montaña.

 

 

 

El título original de la película era Salomé - Danza de los siete velos .  La película se basó en el libro The Good Tidings de William Sidney...Según sus biógrafos, la erótica Danza de los siete velos fue "la más exigente de toda su carrera", y requirió "interminables tomas y repeticiones". Stewart Granger fue prestado de MGM para el protagonista masculino. La película fue un gran éxito en Francia, con 3.047.090 espectadores.

 

 

Bosley Crowther de The New York Times calificó la película como "un romance en tecnicolor" con "un un plano religioso elevado".

 

Variety escribió que la actuación de Hayworth estaba "entre sus mejores", pero "la película no cumple con la combinación prometida de sexo y religión y necesita más espectáculo y emoción para encajar con el público habitual".

 

 Edwin Schallert de Los Angeles Times calificó la película como "Un asunto ha descubrir es qué tipo de mujer fué Salomé. porque los creadores de la historia no arrojaron demasiada luz."

 

Orval Hopkins de The Washington Post lo llamó "imagen genial" con tomas "tremendas", escenas "sorprendentes" y algunas actuaciones "de variedad para satisfacer a cualquier mitómano... En conjunto, puro espectáculo ".

 

 Harrison's Reports declaró: "Es una producción espectacular, tiene una exposición sexual considerable... y la historia toca la fibra del corazón".

 

 

 

 

Yo, como amante del cine, mitómano y enamorado de los grandes clásicos, y de aquellos hombres y mujeres que de alguna forma me han hecho soñar muchos años, me permito decir que Rita, al igual que Marilyn, Liz Taylor y mi inolvidable Vivien Leigh, pertenecen a ese crepúsculo de dioses donde permanecen haciendo lo que mejor saben, que es, interpretar de manera extraordinaria los personajes que las hicieron eternas....De entre ellas y con motivo de este articulo sobre Salome, extraigo a una mujer de origen español, a la que los estudios pusieron el nombre de Rita Hayworth...

Alguien dijo alguna vez, no se donde, ni en que año o país, que nunca habrá una mujer como Gilda....

Rita es Gilda y nada ni nadie podrá parecerse, porque....

 

"NUNCA HABRÁ UNA MUJER COMO RITA HAYWORTH"

 

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