ESCRIBIRME
|
EL ROSTRO IMPENETRABLE
Tiene tantas cosas buenas que no sé por dónde empezar, aunque lo primero que destaco, es que Brando es el realizador además del actor protagonista. Es conocido por todos su virtuosismo en la interpretación, y me alegra que podría habernos hecho llegar este regalo, incomprensiblemente único. Todo fiel seguidor del western no debería dejar de verla porque lo tiene todo, es la historia de una venganza con mayúsculas, con todos los ingredientes propios del género y con cosas poco vistas como la aparición del mar que la hacen distinta y original. Las tramas en las películas del oeste no suelen ser complejas y en este caso tampoco hay mucho más que lo que se plantea en la vida de Brando, un hombre traicionado que precisa vengarse de un descomunal Karl Malden. Las elipsis están bien puestas, se explica lo necesario, se profundiza en los dos personajes de manera precisa y justa, para hacer creíble la historia, también vista en otros lugares, de un sheriff con un pasado turbio. Brando se lo toma con calma, precisa de más de dos horas para el relato y cocina a fuego lento los ingredientes. Yo no puedo objetar nada, ni siquiera ese final para algunos atropellado. Ignoro la trastienda de este pelicula, por lo visto Stanley Kubrick anduvo por ahí e incluso he leído que el entonces principiante Sam Peckinpah tuvo algo que ver con el guión (lo cual no me extraña), el caso es que Brando se puso al frente de "El rostro impenetrable" y puedo asegurar que no puede defraudar al que le gusten las del oeste. Hay violencia, galopes y disparos, e incluso una historia de amor que, junto con la secuencia de la playa, hacen que la película sea más atractiva aún. Los momentos de máxima intensidad los pone Brando, que para eso es la estrella, para eso es él el del rostro del título, pero cada uno de los que aparecen en la película se merecen su elogio particular, y es que el papel de los secundarios es aquí especialmente importante. Brando cabalga al lado de otros tipos como él, Malden tiene a su familia, no se trata de una historia de dos hombres, hay más, y todo explicado de manera memorable, excelente, una película para recomendar seriamente, lo tiene todo.
Magnífico Brando, dirigiendo la película de pura casualidad.... Cuando contrata
a Stanley Kubrick para dirigir este film piensa que es un director manejable
pero de calidad, pensando que Kirk Douglas había despedido a Anthony Mann de
“Espartaco” y que la llegada de Kubrick no era más que conseguir el control
total de la cinta. Pero no fue así, Kubrick era muy exigente con las tomas y
rápidamente Brando le echó literalmente. Brando nunca pudo ser un director
total, era demasiado individualista como para controlar, dirigir y mandar a un
equipo de cientos de personas, sin embargo en este film, su primera y última
como director, hizo una obra maestra. La historia de una venganza está contada
con fuerza, y con una belleza barroca y fantasmagórica inusual en el género.
Películas como “Sin perdón” (Gene Hackman hace de Karl Manden) y los Spaguetti-western
de Leone, se inspiran en esta sin lugar a dudas. Karl Malden y Marlon Brando ya
habían trabajado juntos en "Un tranvía llamado deseo" o "La ley del silencio" y
se volvían a juntar de nuevo. Si Brando está bien, Malden rompe todos los
cánones... Grandísimo western que fue el primero de la historia en mostrar el
mar y incomprensiblemente, debido a los manejos del rodaje, suprimiendo escenas,
que actualmente se han recuperado. Esto supuso un bajón en la extraordinaria
personalidad de Brando que, se engrandeció con honores en "El Padrino". Aunque
fue premiada con la Concha de oro en San Sebastián, en Estados Unidos no tuvo el
éxito esperado, porque en 1961 el western empezaba a no interesar a mucha gente,
al contrario de lo que ocurrió en la década de los 50.... Pero EL ROSTRO
IMPENETRABLE...es una película imprescindible.
Algo vio Marlon Brando en la novela, y con su recién fundada productora acometió
un colosal intento. El primer guionista se marchó. Con el segundo siguieron las
discusiones. El director elegido, un emergente Kubrick, también se apartó
enseguida, a reflotar “Espartaco”. Así que Brando acaparó el control del
proyecto. Acertó al contratar el reparto a Malden, Katy Jurado, Pina Pellicer y
los dirigió muy bien, obteniendo de ellos gran rendimiento. También acertó con
el fotógrafo, Charles Lang: el tratamiento del paisaje da imágenes misteriosas,
iluminadas por una luz calcinada o lunar que parece siempre proceder de una
ensoñación: las tormentas de arena, el poblado chino en la costa californiana,
insólita inclusión del océano y las playas. La historia está llena de
motivación. Dos atracadores huyen con apuros de los ‘rurales’. Uno se sacrifica
y aguanta para mantenerlos a raya. El otro le traiciona y no vuelve. Con el
tiempo, el traidor es representante de la autoridad. Bendice la mesa junto a su
honorable familia. Es capaz de las mayores mentiras, sin pestañear. El
traicionado, tras cinco años en prisión, busca la ocasión de ajustar cuentas
mediante retorcida vendetta. Las partes obligadas por el género, como las de
acción: tiros, peleas, carreras, burdeles… tienen gran resolución, en especial
el imponente duelo....¿Dónde está el problema por el que, con fogonazos de
originalidad deslumbrante, la totalidad no está conjuntada?. Quizá la cualidad
colosal del intento: las 35 horas de material filmado se comprimieron a un
metraje diríamos de 5... INSÓLITO... lo que forzó otro montaje drástico que lo
dejó en 2:20. La mayor parte de lo concebido por Brando quedó fuera; como por
ejemplo el romance con una china. Y aún hubo parches aconsejados por los
asesores, como un final “más positivo”. Además, Brando dirigió muy bien a los
demás actores. La abundancia de sus primeros planos en detrimento del diálogo y
la actuación al interpretar al personaje indómito, con el rostro excesivamente
maquillado, sostiene ante la cámara un rictus de dureza total, así era el actor
de actores..
Sobre las razones de Marlon para sentirse atraído por la novela, (que atesora
una buena historia de traiciones, venganzas y desnudamiento del poder político).
De volcarse en la película Brando pasó, por la regular acogida, a desentenderse
de una obra que no reconocía como suya, pues el colosal intento había resultado
algo mediocre en comparación con su expectativa...Pero tengo que reconocer que
es una alucinante película y muestra al maestro de la interpretación tras una
cámara. Es un western en estado de transición, que debe mucho del formato
clásico de los años 50, como también al desenfado spaghetti. Lírico y poético
como violento, crudo y gris. La presencia de Brando llena todo, acompañado por
un grandioso Malden y un elenco secundario de primera: Katy Jurado, una bella
Pina Pellice, además de otros iconos infaltables del género como Ben Johnson,
Elisha Cook y un gigante Slim Pickens, en una interpretación bastarda y
perversa....Posee locaciones jamás vistas antes en un western, como el océano
pacífico en la costa de California, además de un México polvoriento y malsano.
Antes que nada, mencionar que nos encontramos ante un western bastante peculiar,
debido principalmente a dos razones: primero, que no sigue la corriente del
western tradicional, cosechado por directores tan ilustres como John Ford o
Howard Hawks, lo cual se hace más que evidente en muchas secuencias y segundo,
que la dirección del filme corrió a cargo de su protagonista, el mismísimo
Marlon Brando, uno de los mejores actores de todos los tiempos, que por primera
y única vez en toda su carrera decidió tomar las riendas de la dirección. Pues
bien, como he mencionado anteriormente, el film no sigue la estética propia del
género. No se trata del típico film de indios y vaqueros repetido hasta la
saciedad, sino de una historia muy profunda que gira en torno a una venganza.
Brando, pese a distanciarse de las convenciones habituales del western, añadió
elementos que le dan al film una visión muy personal y surrealista. Pero también
se puede acusar al film de incoherencias en la parte técnica, como algunos
primeros planos prolongados. Los dos personajes principales, Rio y Dad Longworth,
están interpretados por Brando y Karl Malden, respectivamente. Ambos dotan a los
personajes de unos sentimientos que rozan la ferocidad, siendo la sed de
venganza que siente Rio hacia Dad y el odio que éste siente hacia el primero lo
más característico. Magistral la forma en la que los dos envuelven la atmósfera
de tensión.
En lo que a premios se refiere, en el festival de San Sebastián fue galardonada
con la "Concha de oro" a la mejor película y a la mejor actriz para Pina
Pellicer, además de una nominación al Oscar a la mejor fotografía en color. Pese
a no tratarse de un punto de referencia del western, nos encontramos ante un
film aceptable, recomendado para todos los aficionados al género, que
encontrarán en él un western atípico, particular y esplendido. Aquí Brando juega
con una historia de traiciones y odios, de venganzas y de amores, poniendo a su
favor su innegable carisma y sus indiscutibles dotes para la interpretación,
junto a su gran amigo en la vida real, que es Karl Malden. Pese a su metraje, es
una película digna de verse, aunque sólo sea para recordar ese pilar de la
interpretación que fue Brando. A mi El rostro impenetrable, me parece una obra
maestra de los pies a la cabeza. Es atípico, intenso, lleno de emoción, donde la
venganza y la traición rodean a los protagonistas. A pesar de su duración,
merece la pena volver a verla....Porque films como éste ya no se hacen.
Se comentó mucho que Brando abusó con
abundantes primeros planos suyos que podrían haberse acortado o suprimido. Pero
yo pienso que la presencia de Brando es fundamental en la película, su rostro
tiene gran protagonismo y gran presencia, es hipnótico, es un actor con
una mirada impresionante...Su presencia en la película es arrolladora y no le
sobra, ni falta ninguna secuencia, por supuesto menos aún primeros planos. Hablo
de una película atemporal, con el tiempo está cada vez más joven, lo tiene todo, desde bellos y grandes exteriores hasta personajes muy bien
construidos...Y además, Brando, dirige el film de forma peculiar y mas que interesante.
Quiero enfocar mi articulo haciendo referencia a algo que siempre
me ha disgustado como es el recorte del fotograma original. Cuando la vi por
primera vez yo tendría unos 15 años, la película llegó a España con varios
vacíos en el metraje, pero a pesar de ello, recuerdo que salí del cine emocionado y
profundamente impresionado no sólo por la historia que cuenta sino por la fotografía y la bellísima banda sonora.
Para mi gusto, la presencia de Marlon Brando es absolutamente impresionante, tanto
cuando está serio como cuando sonríe, lo mismo que Karl
Malden, destilando maldad. La absoluta dulzura de Pina Pellicer es
otro de los triunfos inconquistables. No me imagino a ninguna otra actriz
interpretando este papel. Maravilloso su tono de voz si se ve la película en su
versión original, tiene escenas irrepetibles sobre todo cuando van acompañadas de la banda
sonora. La perfección cromática de toda la película la hace inolvidable con unos
encuadres inmejorables y aqui quiero llegar, dejando de lado algo que doy por
hecho, la total bondad de las interpretaciones de todos los personajes, el
excelente guión y todo lo que hace que esta película, sea una obra maestra
del género.
Durante mucho tiempo he estado sufriendo porque cada vez que veía esta película, primero en televisión, luego en VHS y después en DVD, siempre adolecía de algo que para mí es nefasto, el recorte al formato, que fue filmada en Vistavisión y por lo tanto lo suyo sería reproducirla así, además que mantengo en mi mente el formato panorámico cuando la vi en el cine. Pues bien, en noviembre de 2011 ha salido la versión remasterizada... Al fin los cinéfilos estamos de acuerdo.
![]() |
Impresionante la escena de suma violencia que te llega al estómago, en la que Río, cuando está ya recuperado en el pueblo de chinos y están jugando a las cartas, Bob Amory, se ríe de Luisa llamándola saltamontes. Brando se levanta, tira la mesa con todo su contenido y se va alejando poco a poco dispuesto a matar a Amory que se queda quieto como una estatua aguantando sin moverse todas las amenazas que Río le va soltando y esa quietud absoluta de cuerpo y rostro le salva la vida, el más mínimo movimiento hubiera provocado el certero disparo de Río. Como primera y última película dirigida por Brando, "El rostro impenetrable" ya es pieza de culto. Pero este gran actor demuestra además que puede dirigir con mucha habilidad, pese a que se vió obligado a asumir la tarea tras el abandono de Stanley Kubrick.... Sin embargo, el estudio no le permitió ser tan libre como desearía: le obligó a reducir el metraje a la mitad y a cambiar el final por motivos comerciales, algo injusto, cuando el actor, puso gran parte del dinero de su propio bolsillo. El principal problema de esta película es que, al haber sido prevista su duración para 4 horas y reducirlo a poco más que 2, el montaje presentó problemas.... Pese a ello, la excelente fotografía hace que el visionado sea muy agradable, con planos de gran impacto.
“El rostro impenetrable” pertenece indudablemente al selecto club de los westerns crepusculares de la década de los 60, antes de que Sergio Leone se alzará como el rey de la desmitificación en los códigos del género, donde toda la épica se desvaneció dando paso a antihéroes que sólo buscaban su bienestar personal, pero para mi personalmente, es un western realmente diferente que te deja con una sensación extraña, al igual que sucede con otras del Oeste como puede ser el caso de “El hombre del oeste” de Anthony Mann, donde el tono crepuscular empapa toda la pantalla de principio a fin, y es que sabes que nada volverá a ser como antes, que los viejos tiempos nunca regresarán. También posee la pincelada romántica, la historia dibuja claramente que los pasados a veces pesan, sobre todo cuando se incurre en los mismos errores que conllevan a la triste idea de estar siempre huyendo. El personaje de Brando, está demasiado expuesto a esta idea y digo demasiado, pues su rostro, más penetrable que en otros de sus films, siempre deja la sensación de ser un hombre poco rencoroso con su amigo y enamorado del mismo amor. Por lo demás y mis comentarios que ayudan al análisis, se pueden leer en todos los textos sobre el film..... Para mi, en lo personal, un Río con la mirada más diáfana para descubrir siempre sus buenas y malas intenciones. Y después de esto concluyo con una idea taoísta: “Un buen caminante no deja huellas”. Río siempre las dejaba por donde fuera, algo que le ocurre a muchos mortales.
![]() |
Y es que Brando buscó por todos los medios dar a la historia una enorme intensidad dramática, exacerbando los sentimientos de venganza, pero también los del amor, como por ejemplo cuando Rio conoce a Luisa, la hija adoptiva de Dad. Esto, junto con los deseos del realizador/actor de trascendencia, convierte a esta historia en un film curioso, incluso barroco, pero con unas excelentes imágenes, creadas por un hombre que sabe ser duro y romántico a la vez, y quizás el único pero que se le puede poner es la extraña y larguísima resolución, ayudada por la inserción de ciertos paisajes que aunque no dejan de ser bellos, alargando la secuencia. Y no es por llevar la contraria a los críticos, a mi me fascina que sea así.
La tendencia a la auto contemplación, y la única incursión de Brando tras las cámaras, es una obra a tener en cuenta, una película que subvierte el clasicismo y que nos lleva a otros territorios poco explorados, para narrarnos una historia fronteriza, violenta pero también romántica cuyas imágenes consiguen captar el interés del espectador y cuya trama no deja indiferente a nadie, porque así son la obras maestras.