ESCRIBIDME A:
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LA DAMA DE LAS CAMELIAS
"CAMILLE"
Es una mujer que no conoció el amor,
pero la vida la arrincono, alegre y derrochadora, Marguerite se marchita junto a
sus queridas Camelias... se regaba en aguas tónicas entre algarabías en fiestas
de insomnio rehusando desaprovechar cada segundo...La película es
formidable, la escenografía elegante y los vestuarios lujosos. Los personajes
son interpretados por Greta Garbo como Marguerite Gautier, Robert Taylor como
Armand Duval y Henry Daniell como el barón de Varville que originalmente John
Barrymore interpretaría desistiendo por enfermedad. Su estreno fue en el Plaza
Theatre en Palm Springs California. Muchas muertes rondaron la filmación: la
madre del director George Cukor y del joven productor Irving Thalberg,
continuado por el productor Bernard Hyman que terminó de editarla....todo esto
ensombreció La Dama de las camelias, pero no impidió que sea un film de culto para todo cinéfilo.
Dirigida por Cukor, se basa en "La dama de las camelias", de Alejandro Dumas hijo, Obtuvo una nominación al Oscar (actriz principal) y ganó el premio NYFC (actriz principal). La novela de Dumas evoca un hecho real: su relación con la cortesana Marie Duplessis. La acción tiene lugar en París y la campiña francesa en 1847/8. Narra la historia de una bella cortesana que vive en París desde hace 6 años y se relaciona con personajes de la alta sociedad. Enferma de tisis, encuentra el verdadero amor y la redención en Armand Duval (Robert Taylor). La película es uno de los dramas románticos más sobresalientes del cine y una de las mejores interpretaciones de la Garbo. La ambientación de la obra a mediados del XIX aporta un interesante retrato del mundo ocioso de la época. Los decorados destacan por la elegancia y el acertado espíritu romántico que los inspira. Sirven a la cámara para crear composiciones de gran belleza visual y constituyen un elemento capital en la generación de la atmósfera absorbente, gratificante y muy sugerente de la obra. Pese a sus elevados ingresos, Margarita vive en una situación económica de agobio y deudas, a causa de su afición a las fiestas, vestidos, joyas y objetos de arte. Cuando luce en el cabello o en el vestido una camelia, anuncia que está disponible. Son escenas emblemáticas la marcha a toda prisa de Margarita hacia el lugar del duelo, el baile de la polka, la visita del padre de Armand a Margarita, los paseos de los amantes por el campo y la escena final. La música aporta fragmentos de valses y marchas vienesas y otras composiciones de clara extracción romántica. Incluye algunas canciones populares. La fotografía exalta la belleza de la Garbo con y magníficos resultados. Hace uso de luces naturales, lámparas de velas, candelabros e iluminación adicional con focos. Consigue unas imágenes ricas en sombras. Combina negros profundos y brillantes con blancos intensos sobre fondos grises. La narración visual es una de las mejor conseguidas de la filmografía de la actriz. El guión se centra en el relato de un amor profundo y desgarrador. El amor de Margarita por Armand es tan grande que no duda en sacrificarlo por el bien de él. La interpretación de Greta es magistral... una de las mejores de su carrera. Las intervenciones de Robert Taylor, Lionel Barrymore y Henri Daniell, extraordinarias. La dirección de George Cukor, especialista en conducción de actrices, mas que excepcional....volvería a coincidir con Greta en su última película.
Película de gran éxito y amplia resonancia en su momento. Como film de época, ha mantenido su vigencia y vigor. Sigue siendo una de las obras culminantes del drama romántico clásico.
Alejandro Dumas se interesó por las mujeres "alegres", las cortesanas parisinas que serían una especie de equivalente francés de las geishas del Japón. Mujeres objeto al servicio del placer de los hombres y esclavizadas a ellos para mantenerse. Prostitutas de lujo, damas de compañía o cualquiera que fuese su denominación, lo cierto es que constituían, mal que les pesara a las gentes "respetables", una parte inseparable de la alta sociedad, llevando un tren de vida excesivo dedicado a agradar a hombres adinerados y de buena posición, de los cuales dependían para poder seguir viviendo a todo tren. Ellas ya, formaban parte de ese mundo "no respetable", y estaban señaladas por un estigma que no se borraba nunca, sobre todo si las personas "respetables" insistían en tratarlas como a objetos y les cerraban completamente las puertas a la posibilidad de dejar ese mundo frívolo. Todas ellas tienen que ser alegres, vestían fastuosamente y era avispadas en el arte de entretener y seducir. El cerebro y el corazón son dos órganos bastante inservibles en una cortesana....Excepto en Margarita Gautier...Ella tiene cerebro, y corazón. Cerebro para ser consciente de la vacuidad en la que se mueve. Cerebro para saber que no hay felicidad posible para una cortesana más que la que se fundamenta en cosas banales, y ella lo admite con amarga conformidad. Cerebro para darse cuenta de que está atrapada. Corazón para ser capaz de sentir compasión. Corazón para ablandarse ante el amor que se le ofrece, romper las cadenas y soñar que puede ser libre. Corazón para amar. Cuando ella está a la vuelta de todo, brillante, seductora y disimuladamente infeliz, aparece un joven que mira directamente su corazón. Él no ve a la dama de compañía, a la frívola mujer de sociedad., él solo ve a la bella mujer. Margarita soñará con una oportunidad, que nunca tuvo. Soñará con salir de ese círculo vicioso de fastos, hombres, dinero y deudas, dejarlo todo y abandonarse al amor que siente por primera vez, experimentarlo antes de que la tuberculosis la lleve a la tumba.
Pero la sociedad "respetable" se confabula para tratar de impedirle hacer realidad sus deseos. La barrera se cierra implacablemente. Sus ilusiones se hacen pedazos...La adaptación de la obra de George Cukor resalta el esplendor de la Garbo, encumbrada por Hollywood en papeles que explotaban sin la menor contención su dulce belleza, mostrando habitualmente sus encantos a través de un vestuario rico y elegante e introduciéndola en ambientes lujosos y plenos de glamour. Sí, a primera vista el cine de la Garbo puede parecer un cine que alcanza lo superficial, el lucimiento. Pero tenía más que belleza exterior, tenía algo que transfería a sus papeles, tenía inteligencia, misterio e incluso de cierta profundidad psicológica. Y, sobre todo, ese halo de feminidad inmortal que seguirá hechizando a todas las generaciones de cinéfilos. Puede que algunas de las películas de la Garbo no sean mucho más que un muestrario de las ventajas de la belleza, del dinero, de la posición y un viva la vida y a disfrutar que son dos días. Pero siempre hay algo más. Ella siempre consigue que miremos algo más allá, hacia lo que verdaderamente merece la pena. Porque, en el fondo, sin amor no hay nada. La película nos transporta a la Francia del siglo XIX, donde una mujer, solo piensa en ganar dinero a costa de los hombres para vivir entre joyas, vestidos y fiestas. Margarita para que sepan los hombres que está disponible lleva una camelia. La verdad que para ser 1933, la película expone clarísima el tema de la prostitución. Pero llega el día en el que Margarata tiene que elegir entre el Barón de Varville o un joven apuesto, Armand (Robert Taylor), que solo piensa en el presente. El padre de Armand (Lionel Barrynore), sale solo en una secuencia, pero está es impresionante, es en la que convence a Margarita para que deje a su hijo. Y de aquí al final, donde aparece la tragedia. El director es uno de los grandes de la historia del cine, George Cukor, realizo grandes cintas, entre ellas, “Historias de Filadelfia”, ”La costilla de Adam”, “Luz que agoniza”, “My Fair Lady”, etc. La dirección es pletórica y sublime, donde la cámara plasma escenas conmovedoras y planos de los protagonistas que están sensacionales, donde la pasión que existe en la pareja sale de la pantalla.
Cukor se mueve con elegancia dentro de este sofisticado melodrama que tiene un trasfondo un tanto “delicado”, ya que habla de una cierta forma de prostitución permitida y consentida, por más que pese a su fama y respeto que tiene en los ambientes en que se mueve, Margarita tiene un trasfondo de infelicidad. Desde el principio, Cukor nos encuadra dentro de este mundo de sofisticación y frivolidad con unas breves escenas, para después centrarse realmente en el tema principal que no es otro que una relación a tres bandas... Como suele suceder en casi todos los films de Cukor, la verdadera protagonista es la mujer, el barón se limita a ciertas apariciones destinadas a aumentar la carga melodramática, y las dudas de Margarita. Mientras que Armand tampoco pasa demasiado del amante idealista y posesivo. Es ella, la que realmente soporta el peso del film, girando toda la trama a su alrededor de forma brillantísima. La presencia de Greta Garbo, actriz extraordinaria cuya presencia era capaz de ensombrecer todo lo que hubiera a su alrededor. Es lo más destacable del film, pese al resto del reparto y del director encuadrando a los personajes en un mundo de lujo y dirigiendo una sutil mirada hacia esa forma de vida un tanto ligera y sobretodo marcada por una profunda hipocresía social. Cukor filma con profesionalidad este melodrama, incidiendo en su aspecto más trágico..
¡Cuán poco cambia la historia! Estamos en la París de 1847 y lo que caracteriza a un buen número de mujeres es que compran joyas, trajes, carteras, perfumes… y hasta flores. Hay muchas que llevan por nombre Prudencia, pero de prudencia solo el nombre. Y son ya bastantes las que anhelan casarse con un hombre adinerado, pues al amor lo subestiman cual si fuese un accesorio que puede suplirse con dinero. Marguerite Gautier se ajusta perfectamente a las muchachas del primero y del tercer tipo, y su gran amiga, luce perfecta en el segundo estilo. Y es así que, anhelando casarse con el barón de Varville, la atractiva señorita Gautier conoce a Armand Duval, un apuesto muchacho de clase media que se enamorará de tal manera -y ella de él- que los sentimientos –de ambos lados- rozan lo obsesivo. Sin duda, "LA DAMA DE LAS CAMELIAS", superó con creces las adaptaciones cinematográficas hechas hasta entonces, ya que pudo contar con un guión muy bien estructurado y sin excesivo apego a la novela, escrito por tres renombrados autores como fueron Zoë Akins, Frances Marion y James Hilton, quienes se ajustaron un poco a los nuevos tiempos y modificaron algunos caracteres con otros significados. También Cukor se unía a la exaltación de la mujer y aquí nos la rebela como un ser capaz de grandes equivocaciones, pero al tiempo, potente y adorable... era capaz de amar como nadie a otro ser. El tremendo éxito que cosechó en 1848 la novela de Alejandro Dumas basada en experiencias propias y su posterior adaptación teatral decantó a este para dedicarse definitivamente a la escritura. Para remate Verdi la inmortalizo aún más con su opera "La Traviata". Drama romántico pionero en alejarse del romanticismo y encuadrarse en el nuevo realismo social. Cukor que venía encadenando éxitos con sus adaptaciones literarias era a su vez menoscabado por sus críticos que aducían que su éxito provenía precisamente del poder de las obras originales adaptadas. Argumento a mi juicio simplista y malintencionado a poco que uno disfrute con esta magistral adaptación de una tripleta de guionistas y con la que Cukor se encuentra en su salsa: vestuario y escenografías de un refinamiento exquisito, amplio plantel de caracteres femeninos, bestial trabajo fotográfico y un repaso no tan lejano del propio mundillo hollywoodense donde Cukor se movía como pez en el agua.
El plantel de actores es inmejorable con la Garbo a la cabeza, que una vez más hace justicia al sobrenombre de "divina", ellos con un jovencísimo Robert Taylor, la solidez de Barrymore y la lograda composición del especialista en malvados Henry Daniell. Incluso en un papel menor Rex O´Malley como Gastón destaca notablemente en su escena con la Garbo, que acabaría su carrera en otro film de Cukor. Todo fluye en esta historia parisina en un equilibrio perfecto entre la emoción, las pasiones, los egoísmos, la crítica social y el humor como si fuera un primoroso bordado de un delicado pañuelo de la propia Gautier hilvanado por un Cukor en estado de gracia. Es una película de estudio, con un diseño de vestuario y unos decorados impresionantes, ambientada en 1847.Durante la película se me iban ocurriendo adjetivos: brillante, luminosa, espectacular, guapísima, radiante, reluciente, …verdaderamente increíble el misterios de una Greta en estado de gracia. La actriz consideró ésta su mejor interpretación. Su romance con la cámara es total. Su seguridad ante la cámara pasmosa. La fotografía, encaminada a exaltar su belleza excelente Consiguió una nominación al Oscar por esta interpretación pero no lo consiguió.La ganadora fue Luise Rainer por “La buena tierra”, film que también le arrebató el premio a Mejor Fotografía , que fue para Karl Freund. Cukor tiene la rara habilidad como director de que su cámara sea invisible, su estilo, por decirlo así, en favor de los actores y actrices y sus diálogos. Se le puede achacar, no sin razón, de teatral, dejando para otros los virtuosismos técnicos, pero teniendo como en esta ocasión a la divina Garbo, es poco menos que indispensable, y desde luego lo más inteligente, convirtiéndose esto en toda una virtud. La sola presencia de Greta Garbo inunda la pantalla, no necesita más. Además, los barrocos decorados palaciegos del París del siglo XIX, majestuosos, y el formidable vestuario hacen el resto. El reconocido pulso de Cukor con las mejores actrices (Katherine Hepburn, Judy Garland o Joan Crawford) es claramente palpable. Aqui todos los actores están espléndidos. Qué decir de la vieja chismosa y arpía (Laura Hope Crews) o uno de las mejores actuaciones. En definitiva, una de las cumbres del melodrama...El final, una de las mejores muertes de la gran pantalla. La sensación de languidez, la falta de fuerzas, cuando se cae, o el primer plano de ella justo antes de morir es antológico. Otras escenas importantes son la conversación con su “suegro” (Lionel Barrymore). Aquí su pena es desgarradora, y a pesar de todo transmite una dignidad encomiable.
Aunque es puro melodrama es un film excelente...
La transformación de Greta Garbo impactante.
La película una obra maestra de autor donde la belleza cubre todas las secuencias hasta el final.
Nadie debe perderse de volver a verla resmaterizada y con doblaje nuevo....
INCREÍBLE...INOLVIDABLE....
UN CANTO PARA TODO AMANTE DEL CINE Y DE LA DIVINA EN GENERAL..